Comentario
El grupo social más importante en las islas polinésicas era el formado por ciertos individuos unidos por lazos de consanguinidad cuyo origen se remontaba a un común antecesor emparentado, a su vez, con los dioses.
La sociedad era regida según el principio de este status hereditario de sus jefes, con autoridad de origen divino. Es lo que se conoce con el nombre de grandes jefaturas polinésicas que constituyen sociedades extraordinariamente estratificadas y jerárquicas, y no se dan en otros lugares del mundo oceánico. Los grandes jefes tenían gran poder y prestigio (mana), y se les consideraba sagrados (tapu).